Un camino de Ángeles

MariaEugenia y yo

Les deseo compartir parte mi crónica de esta semana sobre las bendicones que he recibido durante este proceso en el exilio. Parte de estas bendiciones lo han sido la Sra. Ramos y MaríaEugenia Olivar,ambas compañeras de trabajo. Como preámbulo a mi diario reflexivo, La Sra. Ramos y su esposo fueron mi primera ayuda en este distrito. De igual manera la Sra. Olivar, quien formó parte del panel de reclutadores de la escuela donde actualmente trabajo. Por tal razón, he titulado esta crónica “Un camino de Ángeles”.

               

Sra. Ramos y yo

Cuando decidí aventurarme y ser reclutado en el exilio, experimenté distintas emociones, unas  positivas otras negativas claro está. Con cierto pesar  me acuerdo sobre un comentario de una persona me comentó diciendome, “ Matías, tu fantaseas mucho en irte para E.U.  y trabajar como maestro”. Posiblemente, esta persona pensó que esas palabras me iban a debilitar y sacar de mi mente la idea de irme para el exilio. Pero fue lo contrario, tomé más fuerzas  antes estas expresiones  ya que mis padres fue lo  que me  inculcaron  desde pequeño,ser un luchador y nunca rendirme ante la adversidad.

Durante todo este proceso he encontrado varios ángeles, que evidentemente han sido enviado por nuestro padre celestial. Mis primeros ángeles en el exilio lo fueron Harry y Liza ,compañeros ciclistas de Texas. Me albergaron por 3 semanas en su casa y me ayudaron a buscar empleo en dicho estado. Luego de muchas entrevistas lamentablemente no pudo ser. Definitivamente Dios tenía mi destino ya trazado, pero en aquel entonces no logré entenderlo. La frustración se había apoderado de mí en aquel entonces.

Luego, recien llegado a Oregón, me topé con otro ángel, la Sra. Ramos, actual compañera en mi escuela. Tuve la oportunidad de conocerla el segundo día que llegué al distrito de Hillsboro. La Sra. Ramos se ofreció en ayudarme de inmediato. Me regaló utencilios de cocina,sabanas y una almohada. Su esposo me ayudó a mudar mis pertenencias para el apartamento que había encontrado. De no ser así, hubiese sido otros gastos adicionales los cuales en ese momento eran determinantes en cuanto a dinero se refiere. Les debo mucho por ese gesto tan noble que jamás olvidaré.

Victor y yo

Este semana, tuve la oportunidad de conocer a MaríaEugenia en nuestra actividad de la casa abierta para padres. Un ser humano excelente, con una vibra muy positiva. Me presentó a su esposo Victor, como bien dicen los venezolanos, un chamo bien inteligente y humilde que trabaja en la compañia Intel de Oregón.

Durante esta misma semana, me encontraba buscando algún centro o escuela para seguir estudiando francés, pero los  centros disponibles  se encuentran algo lejos de aquí,para ser exacto, una media hora.  Pero para mi suerte, Victor vivió en Francia 11 años, así que no perdí la oportunidad y le pregunté, “Caramba, podrás darme la mano para seguir desarrollando el idioma”. Sin bacilar me dijo “Claro que sí, seria un placer”.

Ya pueden imaginar lo agradecido que estaba yo, por su gesto y disponibilidad para brindarme su ayuda. De igual manera así fue María , su  disponibilidad y amabilidad son indescriptibles. En el caso de MaríaEugenia,  lleva 16 años como maestra. Ha enseñado de todo, y en todos los niveles, desde   pre escolar hasta el duodécimo grado.

Lo curioso del caso es que MaríaEugenia estudió abogacía ya que  madre practicamente la obligó que estudiara esa profesión. Luego de servir en la Marina de E.U. comenzó su carrera como maestra. Llegó a este distrito cuando no había muchos programas bilingues. Enfrentó muchos retos para desarollar su proyecto bilingue llamado  Familly University, conocido por sus siglas como FAMU .

Contra viento y marea, logró superar todos los escollos del camino, logrando desarrollar un proyecto especial en horario extendido para ayudar a padres y niños migrantes para aprender el inglés como segundo idioma. Hoy día, el proyecto ha seguido en pie y se ha desarrollado rápidamente en nuestro distrito.

María me abrió sus puertas de su casa, me invitó a cenar junto a su esposo Victor y su hijo Gilberto. Preparó un mega banquete, pero lamentablemente  no soy de comer mucho.

Durante la cena me explicó  por que está bien contenta de tenerme en el distrito y en nuestra escuela. Me indicó cuando me realizaron la entrevista vía Skype, le comentó a la directora, “Este maestro no va a venir desde lejos dejando todo allá para perder tiempo, es muy transparente en lo que habla, está bien preparado y eso es bien importante. Si no lo agarras ahora lo vas a perder”.

Según MaríaEugenia, muchos puertoriqueños le brindaron ayuda  cuando se encontraba tramitando  su visa. Me comentó que  normalmente al llegar  alguna oficina, siempre había un boricua y la llamaba y le preguntaban “Eres latina verdad”. Luego de reconocer su "pinta" como decimos nosotros, le ofrecian las instrucciones pertinentes de lo que tenía que hacer. Por lo tanto, MariaEugenia se siente muy agradecida de nosotros y siente que de esta manera puede pagar parte de todo la ayuda que recibió durante el proceso.

Compañeros, por todas las razones antes mencionadas eso he titulado esta crónica “Un camino de Ángeles”. He estado recibiendo bendiciones de nuestro padre celestial una y otra vez. Dios ha sido muy generoso conmigo. Los más irónico en todo este proceso es que como bien dice el dicho, “Uno no es profeta en su tierra”.

Mil gracias a todos por leer mi artículo de esta semana. Les estaré informando continuamente sobre aquellas experiencias y vivencia desde el exilio. Si deseas ver fotos sobre las actividades de esta semana cliquea aqui. No olviden que me puedes seguir a través de twitter y dare like a mi fan page en Fb.

Saludos.